¿Qué onda güero?
Crítica de Phrazes for the Young, de Julian Casablancas.
¿Hay vida después de The Strokes? Es la primera pregunta que se me vino a la cabeza cuando Albert Hammond Jr. editó su primer solo album, Yours To Keep: conjunto de piezas muy personales pero con todo el estilo de la banda neoyorquina de adolescentes que emocionó a muchos en aquel misterioso año 2001. Son también, las composiciones de Hammond Jr, herederas ya no del punk setentero, sino incluso de las melodías a lo beatle, pero sin la maestría de las originales. Mejor así, que el abrevadero sea de aquellos pioneros y no de lo más comercial que nos lanzan las disqueras –moribundas ya- año tras año. ¿Y después de Hammond quién? Es lo que había estado esperando, y es lo que parecía más natural, un solo album del simpático vocalista Julian Casablancas: Phrazes for the Young de un no tan adolescente Casablancas –lo era cuando lanzaron aquel hit Is this it? que mató y sepultó a todas las ‘boyband’ y los grupos de rap-metal, ¿por cierto, dónde está Korn ahora?-. No tan ‘young’ ahora pero los primeros tres tracks son frescura comparada con la plasticidad petrolera de una Lady Gaga; aunque un poco más allá del track cinco las melodías son más acompasadas, incluso introspectivas, pero que coquetean, a cada rato, con el estilo beatle, otra vez. Nada más escuchar 4 Chords of the Apocalypse, pero sin el scratch de los discos de acetato. Incluso son repetidas acá las manías armónicas del último álbum de la banda, First Impressions Of Earth: ‘River of brakelights’, el track 6, suena tanto a la excelente ‘Electricityscape’ como a ‘Ize of the world’ y a ‘Vision of division’, con todo el encanto ochentero. ¿Es que la mejor música de los ochentas se está escribiendo ahora, y sólo ahora? Pienso en Neon Neon y su disco Stainless Style, un acetato en formato digital rescatado de algún desván enmohecido. No es que la música de Casablancas sea innovadora, ni tampoco que este trabajo sea del todo insoportable, pero logra transmitir cierta nostalgia. Pero aparte de la nostalgia, me queda claro que Julian no juega en la misma cancha que la mayoría de los músicos à la MTV, o es que estoy equivocado, o es que Casablancas, como todos los otros ex integrantes de The Strokes, no son más que una bola de güeros desempleados: ya lo cantaba Beck, qué locura.
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