José Saramago (1922-2010)


En Lanzarote, lugar que habría de ser su residencia y en el que habría de vivir junto a su alma gemela y traductora al castellano, Pilar del Río, desde aquella infortunada vez que en Portugal se le censuró su polémica novela El evangelio según Jesucristo, muere a los 87 años el hasta ahora único escritor en lengua portuguesa al que se la ha otorgado, no sin polémica, el Premio Nobel de Literatura en 1998, perdiendo la batalla contra una larga enfermedad. Amado por millones de lectores de todas las demás lenguas (algo envidiable), vendido por montones; respetado por algunos escritores y repudiado por los intelectuales (Harold Bloom, el temino crítico, habría de decir de él que no era más que un marxista-leninista que nunca maduró intelectualmente), lo único que queda claro es que impuso un estilo narrativo, que bien o mal, ya se llama "el estilo Saramago", aquel que se toma ciertas libertades gramaticales.


En este modesto espacio, la H. redacción de este modesto blog deja varios links con diferentes puntos de vista sobre la obra y el personaje.

  • Una crítica al libro "Ensayo sobre la ceguera", acaso su novela más conocida, adaptada al cine como Blindness por Fernando Meirelles en 2008, vía el blog El Lamento de Portnoy:
"Se suele criticar a José Saramago por su particular forma de escribir: se censura su puntuación, su forma de incluir los diálogos dentro de la narración, y otros detalles que a fin de cuentas conforman lo que se puede llamar el estilo de Saramago, tan aceptable a pesar de sus pequeñas libertades gramaticales, como en su día fueron los experimentos de Márquez o Cela. Mis críticas no van a ir en ese sentido. Creo que las rupturas normativas abren caminos por los que podría transitar la futura literatura, aunque deba enfrentarse sobre todo al rechazo que suelen provocar este tipo de experimentos. Es más, noto cierta tendencia conservadora, tradicional, tanto en escritores como en lectores, que provoca un estancamiento de los métodos narrativos... pero eso es otra historia..."

  • Una impresión de la escritora brasileña Nélida Piñón sobre la muerte del escritor :
"Sentí una gran emoción al conocer la noticia. Sabía que él estaba frágil, estaba enfermo, pero siempre pensé en Saramago como un inmortal por su propia obra, por sus hechos humanos. Lo había eternizado. Él es eterno" , dijo Piñón por teléfono desde Lisboa, donde participa de actividades literarias."

  • Un perfil crítico-biográfico vía Letras Libres: 
 "Sus personajes –lo descubrimos pronto– no existen ni importan por sí mismos sino en tanto títeres a los que una voluntad superior sujeta a un destino inusitado. Carecen de un devenir previo que haya dado lugar a la gestación de una realidad interna que esté siendo puesta a prueba por la calamidad que, mágicamente, ha incorporado sus vidas a un plano incomprensible. A diferencia de lo que pasa con los personajes de Coetzee, el mal que sufren nunca los lleva a confrontar parcelas no discernidas de su existencia."

  •  La noticia del fallecimiento del autor lusitano vía El País:
"José Saramago será incinerado el domingo en Lisboa, la ciudad en cuyo ayuntamiento quedará instalada mañana la capilla ardiente. El escritor portugués falleció hoy en torno a las dos menos cuarto (hora peninsular española) a los 87 años en su residencia de Tías (Lanzarote). Hasta días antes de su muerte, el Premio Nobel trabajaba ya en una nueva novela, Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas. Ese título, tomado de un verso de su paisano Gil Vicente, recoge la historia de un obrero de una fábrica de armas. Lleva escritas alrededor de 30 páginas, según sus editores.

  • Una reseña vía Nexos sobre la penúltima novela del Nobel portugués, El viaje del elefante: 
"A pesar de tener un abultado núcleo de lectores constantes, José Saramago (Azinhaga, 1922) perdió parte de su público después de poner su narrativa al servicio de la crítica al poder, elaborando alegorías con una densa intención política y discursos engalanados con historias venidas de lejos. Por supuesto está resuelto el debate que intentó sofocar al escritor limitando su esfera de participación ciudadana —muy válida en todo momento—, sin embargo, desde la perspectiva literaria, cuando a la voz del novelista se enciman los gritos del ciudadano desfigurado moralmente por los excesos del poder político, y además surge el intento de encauzar la verbena desde la narrativa, es momento de hacer un examen de conciencia."

  • Por último un audio de Antonio Ortuño en el programa Hoy por Hoy vía W Radio sobre Caín y parte de la obra de Saramago:

Comentarios

Al Azazel ha dicho que…
Homenajes bien merecidos. Monsi y Saramago: dos grandes, como muchos otros, que nos dejaron más solos...

Saludos atentos a ti. Muy bien escabecheado tu blog. Me gusta. Espero volver con igual paciencia y más tiempo ;)

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