2008, un año que se fue en el cine.

Antes de terminar el año me quedé con las ganas de ver “Australia”, teniendo la buena intención de darle una segunda oportunidad a Baz Luhrmann. Bien, ya no pude, así que no ingresará a este repaso de los filmes estrenados durante el 2008 en las salas comerciales de Veracruz puerto y Xalapa en el año que se fue, aunque, aclarando el punto, no son todas las que son ni son todas las que están.


Las que se salvan de la hoguera:


The dark knight, Christopher Nolan. Marcada por una muerte legendaria, superó las expectativas, aunque claro, siguiendo la moda de las secuelas, el exceso de pirotecnia no pudo faltar en esta revitalizada franquicia del caballero murciélago.



Funny games U.S., Michael Haneke. La gran sorpresa del año debido al inusual planteamiento narrativo de esta nueva versión de la que, se cuenta, fuera una vez abucheada en Cannes. Propuesta cinematográfica cortazariana.



Wall-E, Andrew Stanton. Por ahora, el momento cúspide de ese cine que se supone de animación para el público infantil. Con guiños a “2001: A space odyssey”, los guionistas revelan una aguda crítica a las sociedades de consumo modernas, en un excelente balance entre discurso y entretenimiento.



Stellet licht, Carlos Reygadas. ¿Fresco costumbrista? ¿Cuadro de profundos planteamientos existenciales? ¿Final metafísico? Todo y nada.



No country for old man, Ethan Coen. Adaptación cinematográfica impecable de uno de los autores más reconocidos en últimas fechas, no menos impecable e impactante las secuencias de violencia descarnada, ni mucho menos la dirección de actores, al más puro estilo western.



Burn after reading, Ethan Coen. Parodia de cuanta película de espías y conspiraciones internaciones que se haya rodado o que estén en producción. Comedia fresca no apta para las masas.



Hellboy II The golden army, Guillermo del Toro. De uno de los más dignos representantes del cine fantástico, rodaje suculento poblado de cuanta imaginería mitológica, llevada por un interesante guión que se plantea las posibilidades de la preservación de las especies, reales o imaginarias.



Sweeny Todd. The demon barber of Fleet Street, Tim Burton. Demoniaca calidad interpretativa por parte de Johnny Depp. Por otra parte, Burton no deja títere con garganta.



The assesination of Jasse James by the coward Robert Ford, Andrew Dominik. En la tradición de los mejores westerns; sorprende la fotografía y la relación entre la víctima y el victimario.



Paranoid park, Gus van Sant. Tal como en “Elephant”, van Sant regresa a la exploración psicológica de “lo adolescente americano”, aquello que impide reaccionar ante lo trágico.



XXY, Lucía Puenzo. Teniendo en cuenta el tema de la película, se agradece que sea cinematográfica y no demostrativa.



Las palomeras:


El orfanato, Juan Antonio Bayona. Aunque de fórmula hollywoodense, la trama logra entretener por una ejecución técnica sostenida.



007 Quantum of Solace, Marc Foster. Bond renovado. Bond revisitado. Bond recargado. Ya desde Casino Royal se perfilaba la actualización del mítico personaje de una de las franquicias más longevas en la historia del cine mundial.



Across the universe, Julie Taymor. Más allá de la sombra de los beatles, la película supera a otras de su tipo debido a que evita el lugar común, esto es, ver cantar a cámara a los personajes en insoportables escenas de coreografías planas. Utilizando maquinaria visual, me quedo con una especie de versión ligera de “The Wall” de Alan Parker.



The bank job, Roger Donaldson. Como “Ocean’s Eleven”, pero sin los egos enormes que buscan pasarse de chistosos.



Wanted, Timur Bekmambetov. Pirotecnia disfrazada de planteamientos filosóficos que entretiene.



Bajo la sal, Mario Muñoz. Film noir detectivesco hecho en México, con serias fallas en los diálogos.



Arráncame la vida, Roberto Sneider. Termina siendo un melodrama de televisión, pero con cuidados técnicos.



Bua Ha, Eytan Fox. Tragedia shakesperiana gay que retrata la realidad diaria entre palestinos e israelíes.



La zona, Rodrigo Plá. Buena idea, pero la ejecución tambalea en, otra vez, la interacción entre los personajes y los diálogos que parecen telenoveleros.



Blindness, Fernando Meirelles. Como adaptación es pobre y acartonada, como película independiente de su libro origen, resulta llevadera con momentos interesantes.



The Darjeeling Limited, Wes Anderson. Obra menor entre el universo de una de las voces más originales del cine estadounidense. La salva el trío de actores que la protagonizan.



American gangster, Ridley Scott. Película de gangsters que no niega sus influencias, más bien, las homenajea contando la historia de esa otra mafia, la negra.



Die fälscher, Stefan Ruzowitzky. Aunque intenta dar a conocer un aspecto desconocido del Holocausto, no se desprende de cierta influencia hollywoodense.



Juno, Jason Reitman. Aunque de buena factura y actuaciones interesantes, con personajes cuya sicología recuerda a los adolescentes de "Elephant" de Gus van Sant, parece estar hecha para aleccionar.



Las que hay que quemar en leña verde:


Mamma Mía!, Phyllida Lloyd. Nunca antes había decaído tanto un género que, desde hace un tiempo, no ha presentado alguna evolución en sus planteamientos narrativos. Salvada por momentos gracias a la carismática Meryl Streep, tambalea y muere con Pierce Brosnan.



The X Files: I want to believe, Chris Carter. La trama no pudo competir con lo entusiasmado que estaba comiendo palomitas.



Shutter, Masayuki Ochiai. El tiempo que desperdicié viéndola resultaba más interesante cuando el público de la sala se reía involuntariamente.



The other Boleyn girl, Justin Chadwick. Actuaciones acartonadas, trama de televisión que bien pudo ser más interesante. Complaciente y por ello cumplidora, no la salva ni las tres estrellitas de Hollywood que la protagonizan.



Indiana Jones and the kingdom of the Crystal Skull, Steven Spielberg. Tan pronto salí del cine la olvidé.



The mummy: Tomb of the dragon emperor, Rob Coen. ¿Basta decir que me dormí en mi butaca a la mitad de la proyección?


Love of the time of cholera, Mike Newell. Si la adaptación podía salvar a una historia de por sí forzada, los productores decidieron empeorarla.


Bella, Alejandro Gómez Monteverde. Una linda historia sobre la redención de un hombre que, sin quererlo o porque llevaba una vida desinteresada, comete un crimen atroz. Temática explotada ad nauseum en el “showbiz” latino.


Comentarios

: ) ha dicho que…
Solo he visto " Juno "

Te conté que hicimos una comedia gay ? uy no sabes el éxito ( modestia aparte ) se hizo uan adaptación de uan película española " Perdona bonita , pero Lucas me quería a mi "

Ahora estamos buscando otra , esperamos encontrar alguna muy pronto .

Entradas populares