Peores poemas hallados en una revista
Ya que está de moda enlistar a los 100 peores poemas de autores mexicanos vivos, acá una muestra de la gran poesía regional veracruzana.
Son tres poemas, y medio, hallado en una revista porteña que, en el número 103 (febrero, 1998) se llama "la Ventana ilustrada", y en el número 104 (marzo, 1998) se llama "la Ventana cerrada." Sí, el artículo determinado, en minúsculas. El primero está firmado por Zarathustra Vásquez, y el segundo y la mitad de otro por la excelsa poetiza Mary Carmen Gerardo, y el tercero por Juan Joaquín Péreztejada. La revista se cuidó bien de no tener un editor responsable, como la mayoría de las revistas, literarias o no, tienen. Pero en su lugar ofrece en su página legal una lista interminable de "editores y colaboradores", a quienes les tocaría (¡qué listos ellos!) una mínima parte de responsabilidad por lo publicado en la revista ilustradamente cerrada.
Son tres poemas, y medio, hallado en una revista porteña que, en el número 103 (febrero, 1998) se llama "la Ventana ilustrada", y en el número 104 (marzo, 1998) se llama "la Ventana cerrada." Sí, el artículo determinado, en minúsculas. El primero está firmado por Zarathustra Vásquez, y el segundo y la mitad de otro por la excelsa poetiza Mary Carmen Gerardo, y el tercero por Juan Joaquín Péreztejada. La revista se cuidó bien de no tener un editor responsable, como la mayoría de las revistas, literarias o no, tienen. Pero en su lugar ofrece en su página legal una lista interminable de "editores y colaboradores", a quienes les tocaría (¡qué listos ellos!) una mínima parte de responsabilidad por lo publicado en la revista ilustradamente cerrada.
Di con ella cierta vez que fui en compañía de IP a una microferia del libro en el Puerto de Veracruz organizada por el Instituo Politécnico Nacional. Él me había prevenido de no, por favor, es que no, te digo, pues que no, no, no, no y no, que, pues, ¡no!, no nos acerquemos al puesto donde los escritores veracruzanos, quienes de su propio ronco pecho, vendía sus libros, casi la mayoría publicados por ellos mismos (con el aval del pobre IVEC). La curiosidad es la Muerte de todos los gatos, dicen, incluido el mío. Así pues, me acerqué a donde no debía. Una amable señorita (escritora ella, casi seguro) me ofreció la última novedad literaria de Gabriel Fuster. Le di las gracias, pero no gracias, y pensé "estoy salvado", pero la muy amable señorita me encasquetó muy amablemente dos números de "la Ventana X*."
*Cambie X por el adjetivo que quiera.
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