Bajo las nieves de Groelandia

Ayer leí, con cierto interés, La señorita Smila y su especial percepción de la nieve (Tusquets Editores, 1994), del danés Peter Høeg (Dinamarca, 1957). Pero lo que es hoy, no me veo conmovido por la ‘trepidante historia’ detectivesca de una niño muerto, la nieve, Groelandia y compañías mineras. La verdad ya no sé ni de qué va. Tantos nombres de compañías, de cifras en coronas, de fechas, me he perdido. Algo tiene que me gusta, una ironía subyacente. Chispas de humor negro, aunque nada fuera de lo normal. Ya sabía que se trataba de eso, una novela de género. Pero hoy no la encuentro interesante. Por ahí mencionan Berlín, la Segunda Guerra Mundial. Y que la chica, Smila Jaspersen, estuvo metida en movimientos socialistas, por lo que estuvo arrestada. Puede que la termine. Todavía me pregunto qué tiene que ver la muerte del niño Isaías, vecino de Smila, con algo raro acontecido en Groelandia en el 91. Recuerdo que el padre de Isaías murió allá, trabajando para la Compañía Criolita Danmark, una paraestatal, según he entendido.


Claro, la señorita Smila, treintañera, ya no trabaja, y vive del cheque que le da su padre millonario. Por eso tiene el tiempo suficiente para aventurarse en cierta búsqueda. Si trabajara, o si dedicara a otra cosa, pues a lo mejor tendría muchas más trabas, dificultades. Que fuera la señora Smila. Entonces tendría que llegar a tender las camas y hacer la lavandería y, entretanto, irse a meter a unas instalaciones abandonadas para encontrar unos viejos libros de contabilidad. Pero bueno, no se puede hacer todo, trabajar e investigar al mismo tiempo. Qué bueno que, aunque sea de pasada, se le menciona una historia propia a la protagonista porque en la mayoría de estas novelas, el investigador es una mera cartulina que hace preguntas.

Cartel de la adaptación cinematográfica

Comentarios

Яaƒ ha dicho que…
En lo partícular, no me llevo bien con las novelas de género... Aunque debo de reconocer que hay algunas que no me han dejado mal sabor de boca (quizás por lo corto de las historias y su falta de pretensiones)...

Tal vez en este caso me llamaría más la atención la película...

En fin, saludos!

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