2010, un año que se fue con música
Toda lista de lo mejor de cualquier año es un acto de rebeldía. Y toda rebeldía es caprichosa. Esta música aquí enlistada que se reprodujo hasta el cansancio en la redacción de este blog pasó la prueba de la depuración, exhaustiva, en la que quedan fuera, desde luego, Lady Gaga y similares, pero también, cosa lamentable, Jónsi con Go, Kanye West con su celebrado My beautiful dark twisted fantasy, y Sufjan Stevens con The Age of Adz, quien perdió un poco de inocencia pero también dirección.
Dark Night of the Soul, Danger Mouse & Sparklehorse
Qué pasa cuando se juntan un genio de la producción musical, Danger Mouse, y David Lynch: se produce una joya discográfica.
Broken Bells, Danger Mouse
Mezclas perfectas y acordes melancólicos de Danger Mouse, otra vez. Requiere sensibilidad y oídos entrenados.
Congratulations, MGMT
Los chicos de MGMT dejan claro que lo suyo es viajar en ácido. Retrofuturista. It’s working es lo más poderoso que han producido hasta el momento.
Julian Plenti is… Skyscraper, Julian Plenti
Julian Plenti o Paul Banks, qué más da. Este neoyorquino se avienta un disco como solista. El resultado es más que aceptable.
This is Happening, LCD Soundsystem
Y lo que está pasando es que James Murphy y compañía están pisando ese peligroso terreno en el que habitan The Beatles, Pink Floyd, Queen y Radiohead, por lo menos.
Inception, Hans Zimmer
Basta escucharlo para quedarse sin palabras. Junto a Philip Glass, posiblemente Zimmer sea uno de los mejores compositores contemporáneos, más allá de cualquier soundtrack.
Interpol, Interpol
El cuarteto de New York aun le cantan a New York, al desánimo y al desamor. Más que una pose dark.
Contra, Vampire Weekend
El disco homónimo anterior no fue un simple golpe de suerte.
Plastic Beach, Gorillaz
Damon Albarn fue la mente inquieta detrás de Blur, otrora banda brit pop de adolescentes. Aquella rebeldía maduró con bueno frutos en Gorillaz, pero más exactamente en este álbum, donde mezcla desde música tradicional libanesa hasta el más puro hip-hop. Más que música, arte sonoro.
The Suburbs, Arcade Fire
Este es el disco del año. Los chicos de Arcade Fire se afincan en la factura clásica del rock, la de Pink Floyd, retoman instrumentos propios de cualquier filarmónica, y después se le ocurre cantar las tragedias del barrio donde crecieron, que es, al final de cuentas, el lugar donde todos crecimos. Sprawl II, We used to wait, The suburbs y Ready to start son sus joyas.
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